Mac y su contratiempo by Enrique Vila-Matas
My rating: 2 of 5 stars
Vila-Matas es un maestro de la fuga o huida en la literatura, que nutre todas sus novelas de citas y despojos de otras obras. Como el Dr. Frankenstein, su yo narrativo parece un tejido de voces, de textos, hechos con el cadáver de la literatura. En Mac y su contratiempo da otra vuelta de tuerca a su constante preocupación por la materia con la que se construyen las novelas: en este caso, inventando un personaje que vive obsesionado con un vecino novelista, al que roba o del que se apropia una novela fallida para reconstruirla y, a la manera del Petronio de Vidas imaginarias de Schwob, revivirla en un viaje a los orígenes del cuento, oral o escrito, de los que se nutren, como cajas chinas, todos los demás cuentos. Esa capacidad de nuestro autor de reflexionar sobre la literatura sigue siendo atractiva, pero el pretexto para urdir una historia (o narración o cuento siguiendo este hilo) se me antoja bastante pobre y demasiado tangencial (la voz del narrador invoca sin disimulo al Vila-Matas ensayista o columnista, y la mezcla de ensayo y novela empobrece esta última). Jugando con la idea de Walter y su contratiempo (la novela modificada por nuestro protagonista) y su personaje ventrílocuo, la voz de nuestro escritor no deja hablar a sus personajes sin que podamos percibir, como los malos ventrílocuos, cómo abre la boca. En ese sentido, me parecen personajes menos logrados que los anteriores Montano o Pasavento, por ejemplo, donde un lector como yo participaba con mayor alegría en ese juego entre el yo del narrador y del autor. Termino con una apreciación: el capítulo final de ese viaje al origen de todas las historias es uno de los momentos más logrados y poéticos del libro y de toda la obra de Vila-Matas.
View all my reviews
My rating: 2 of 5 stars
Vila-Matas es un maestro de la fuga o huida en la literatura, que nutre todas sus novelas de citas y despojos de otras obras. Como el Dr. Frankenstein, su yo narrativo parece un tejido de voces, de textos, hechos con el cadáver de la literatura. En Mac y su contratiempo da otra vuelta de tuerca a su constante preocupación por la materia con la que se construyen las novelas: en este caso, inventando un personaje que vive obsesionado con un vecino novelista, al que roba o del que se apropia una novela fallida para reconstruirla y, a la manera del Petronio de Vidas imaginarias de Schwob, revivirla en un viaje a los orígenes del cuento, oral o escrito, de los que se nutren, como cajas chinas, todos los demás cuentos. Esa capacidad de nuestro autor de reflexionar sobre la literatura sigue siendo atractiva, pero el pretexto para urdir una historia (o narración o cuento siguiendo este hilo) se me antoja bastante pobre y demasiado tangencial (la voz del narrador invoca sin disimulo al Vila-Matas ensayista o columnista, y la mezcla de ensayo y novela empobrece esta última). Jugando con la idea de Walter y su contratiempo (la novela modificada por nuestro protagonista) y su personaje ventrílocuo, la voz de nuestro escritor no deja hablar a sus personajes sin que podamos percibir, como los malos ventrílocuos, cómo abre la boca. En ese sentido, me parecen personajes menos logrados que los anteriores Montano o Pasavento, por ejemplo, donde un lector como yo participaba con mayor alegría en ese juego entre el yo del narrador y del autor. Termino con una apreciación: el capítulo final de ese viaje al origen de todas las historias es uno de los momentos más logrados y poéticos del libro y de toda la obra de Vila-Matas.
View all my reviews
Comentarios
Publicar un comentario