El inquilino de atrás

El temor que compartimos muchos de los que sufrimos vértigo no es el de caernos de una gran altura, sino el temor a saltar. Saber que no hay ningún obstáculo físico que te lo impida, salvo ese diminuto espacio donde se aloja la razón, el sentido común o el afán de supervivencia. Lo primero que sabemos de Raymond es que, cuando era pequeño, un día que es dejado sólo en casa por sus padres, se ve tentado a explorar esa posibilidad, y se lanza desde el balcón fracturándose varios huesos. ¿Qué motiva a Raymond a saltar? Nada, sólo agotar esa posibilidad. “La desaparición” de Tim Krabbe es la novela que narra la desaparición repentina en una estación de servicios de Saskia, la novia de Rex, y la obsesión de éste por saber qué ocurrió. Sólo sabremos lo que ocurrió cuando conozcamos al oscuro Raymond, un profesor perfectamente integrado en su vida familiar y social, pero obsesionado con en realizar un acto monstruoso desde el día en que se convierte en héroe casi involuntari

Los subterráneos by Jack Kerouac "Los subterráneos" es una música para ser oída de noche, con sus largos fraseos que suben y bajan, bocanadas de aire etílico y versos que estallan contra la ciudad: San Francisco, ciudad de maricas, poetas y vagabundos. Tened cuidado de no perderos en esta ciudad subterránea, de andar por la calle equivocada, en la que todo envejece mal: el canto por el amor perdido, la energía sexual que fluye por las páginas, o ese amor pagano. Tal vez no sea más que el culto a sí mismo del dios Kerouac. Entonces el ritmo se detiene, se corta la respiración, la ciudad pierde su magia, y la música se hace cháchara, ruido, vana música de fondo para curarse del tedio. Bajo el sopor de la música nocturna, te extravías en cualquier portal, fuera del abrigo de las largas noches de alcohol y sexo. View all my reviews

Sonaron campanas, Houellebeck se sacó el pene y empezó a rociar de semen a los presentes. El “mapa y el territorio” es un artefacto del que manan gotas de inteligencia, astucia, y visiones ácidas de nuestra sociedad   deformada por el consumo. Un tablero de ajedrez donde cada movimiento de las piezas (ya sea el amor, la muerte o la autodestrucción del peón) se rige por reglas impuestas en ese hábitat. Así, queda el hombre siempre lastrado, impedido en su realización como ser humano, incapaz con sus actos de relacionarse plenamente con otros seres. Y en esa asunción de los lectores de ese objeto que es el libro de Houellebecq se colma la ironía de esta sociedad deformada por el consumo. La marca Houellebecq (aquí también convertido en objeto, esta vez como personaje de esta novela, en un acto de ironía metafísica más que metaliteraria) vuelve a convertirse en un chorro iluminador para críticos ilustrados, prestigiosos miembros del jurado Goncourt y mercaderes de libros (tal como

El secreto del humor está en reconocer que cada momento es único e irrepetible, y cada encuentro un instante mágico. Es ahí donde el humor conecta con lo sagrado.

El arte debe liberarse de sus formas heredadas. De esta imposibilidad surge la ironía del arte.

Leer es tomarse la libertad de construirse uno mismo. Todas las huellas de lo que leo están en mí. Con los despojos de la literatura nos vestimos. El lector es un palimpsesto.